domingo, 20 de noviembre de 2011

Es verdad, nada es como esperas que sea, pero lo nuestro ha sido indudablemente mejor que como yo lo había soñado. El tiempo pasó volando, y tus manos por mi cuerpo también, explorando lo inexplorable. Descubriendo y sacando de mí lo que nadie antes se había atrevido. ¿Y quieres saber qué pienso? Que desde el primer segundo en el que las yemas de tus dedos me rozaron, mi piel lo notó y quiso demostrártelo. Mis labios también, que decidieron llamarte a gritos, y mis manos estaban locas por recorrerte entero. Te diste cuenta tú, y contigo todo lo que te rodeaba, hasta tu imaginación, que decidió llevarnos allí, a donde nada se vuelve imposible, donde todo se puede, donde cada gesto se vuelve mágico, y hasta donde lo feo es, por lo menos, un poco bonito. Ya sé que no puedo echar de menos lo que nunca he tenido, pero creo que todo ha cambiado, que ya has estado hasta dentro de mí... y tan dentro, hemos sido hasta un sólo cuerpo, nos hemos fundido.
Sí, no es el mundo quien ha perdido la cabeza, sino yo. Y ha sido por tu culpa.

martes, 15 de noviembre de 2011


La vida es ritmo y movimiento, y tú lo sabes mejor que nadie, sobre todo después de prometerme un anochecer loco en tu cama. Y eso sí que es movimiento, y que nadie nos lo niegue que entonces le enseño yo lo que es y lo que deja de ser algo a tu lado... Y sabes qué quiero cuando empiece ese momento? Que se detenga todo, el tráfico, la gente, la vida, y hasta la maquinaria de mi reloj, porque así, mi cabeza permanecerá en ese sitio al menos hasta que tú vuelvas y así si que te podré echar de menos, porque ahí ya te habré tenido entre mis brazos al menos durante un instante. Y en ese instante quedarme sin voz, de hablarte al oído, de susurrarte palabras sin control y de gritarle al cielo lo bonito que es todo lo que me haces. Dártelo todo en cada suspiro, en cada gemido que pronuncien mis labios, en cada caricia que salga de mis manos, y en cada línea y en cada curva que dibujen las yemas de mis dedos sobre tu espalda. Esque no te imaginas la cantidad de mañanas que apartaré un poco el aburrimiento y le haré un hueco en mi memoria a todos esos momentos en los que no había ni un milímetro de separación entre nuestros cuerpos...

sábado, 12 de noviembre de 2011

Venga, va, hagamos que haya más cosas que tiendan a infinito a parte de las ''x'' de los límites y sus interminables mañanas de invierno como por ejemplo las ganas de vernos y colgarnos el uno del otro, y comernos a mordiscos, y no a besos como el resto de la gente. Que si empezamos a derivar de aquí y de allá lo único que derivamos son problemas, así que mejor las manos quietas... Y es que un día me prometiste que me llevarías, me harías olvidar, enloquecerías conmigo, y me traerías de nuevo.

sábado, 5 de noviembre de 2011



Búscame, llámame, cuenta conmigo, sabes que estaré, encuéntrame otra vez, lléname de furia, de pasión, cuéntale secretos a mi pelo, que está deseando atraparte. Pídele a mi boca que haga guardias en los rincones más remotos de tu cuerpo, haz que me rinda a tus pies, llévame al séptimo cielo, o mejor al octavo, como sólo tú sabes, invítame a una gominola que sujeten tus labios, sácame de quicio, echa tu lengua a pasear por mis caderas, lléname de vida, toca mis manos, nota la textura del calor,... Ámame!
Sí, no es el mundo quien ha perdido la cabeza, sino yo. Y ha sido por tu culpa.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Si me lo pidieras no me lo pensaría dos veces... Pero pídemelo

Que quiero encontrarme ya contigo, sea de día de noche, aquí, o en otro planeta, y que nuestras miradas se crucen y que esa chispa que nombraste tú un día haga su aparición de una jodida vez. Y que mi manera de mirarte provoque en ti una sonrisa, esa sonrisa pilla que los dos sabemos que tienes. Y beberte a morro, tocarte, acariciarte, sentirte cerca, y tan cerca..


..que sí, que si quieres lo dejo todo y me voy contigo.. al fin del mundo.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

ALL


Juguemos a los barquitos bajo la manta. Que si rózame con tus dedos, y te suelto un ‘’tocado’’, ahora acaríciame las piernas y te canto un ‘’hundido’’. Venga, ven, devórame. Agarra mis ganas, tira de ellas con fuerza hacia tu pecho, susúrrame algo guarro. Haz tiritar mi piel.
Véndeme tus viernes, cámbiame miradas por sonrisas, juguemos como dos niños pequeños, enredemos nuestras lenguas, y crucemos nuestras manos, juntemos nuestros pechos, y toquémonos aquellas zonas que no hablan, que son mudas.
Guárdame del pánico, de las ganas de correr, de escaparme, de dejarlo todo y perderme por ahí, abrígame del frío y báñate conmigo en el mar de nuestros desvaríos cuando el calor no nos deje respirar. Mírame, dentro, más dentro, más fuerte, más en el centro del pecho; Grítame, pelea, chilla, revuélvete entre mis cabellos, que te llaman a gritos, inquiétate, intimídame... préndele fuego a todo lo nuestro... Ahora siente como se extingue ese fuego, mira lo que queda, mira las raíces bajo tierra.
Rasga mi voz con tus uñas tan impacientes, acaricia mi mejilla, besa mis labios...
Te quiero...